
Cuando nos frotamos las manos generamos hormonas antiestrés. Es lo que aseguran muchos especialistas que coinciden en afirmar que éste gesto junto con el de sonreír nos deporta multitud de beneficios para nuestro organismo sobre todo nos proporciona una sensación de estado de bienestar.
Las hormonas antiestrés, también conocidas como cortisol, nos ayudan a liberar las reservas de energía en el momento oportuno: en situaciones de estrés, cuando estamos especialmente nerviosos o queremos discutir con cualquiera que esté a nuestro lado. La carencia de esta hormona nos puede provocar distintos y variados trastornos en nuestro organismo. Una buena alimentación nos ayuda a tener unos niveles óptimos de cortisol. Carnes, pescados y huevos serán unos buenos aliados a la hora de “fabricarnos” esta hormona que tanto necesitamos en el día a día.
Además debemos saber que en lo que llamamos lenguaje no verbal, aquellos gestos que hacemos sin darnos cuenta y que tienen un significado, el frotarse las manos da idea a quien nos ve de que estamos ansiosos por algo.
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